PIZARRO Y EL FIN DE UNA ERA
Cuzco, 15 de Noviembre de 1533. Faltan dos horas para que caiga el sol. Un hombre barbado llega al galope al centro del imperio inca.
El hombre a caballo alzó altanero la barbilla y miró a su alrededor, sabía muy bien que todos esos hermosos palacios y templos de piedra encerraban inmensos tesoros. Para eso estaba allí con su ejército. La historia estaba a punto de dar un tremendo vuelco, se acercaba el fin de una Era, el saqueo mayor, el rompimiento de un modo de ver el mundo, de respetarlo y de aprovechar el medio sin destruirlo. El hombre a caballo estaba en una ciudad sagrada, dedicada a honrar al dios Sol. Poco le importaba eso la tarde que la ocupó, había cumplido su misión y buscaba el oro.
Desde que entró a estas nuevas tierras por la calurosa costa norte y su verde manglar, supo que algo muy grande se encerraba en esta parte del nuevo mundo. Conforme conquistaba pueblos y establecía ciudades iba convenciéndose de llegar a Cuzco. Y así lo hizo aquella tarde de noviembre, estableció la plaza de armas sobre lo que era la plaza principal inca. En el solar norte inició la construcción de la catedral. Pizarro llamó a la ciudad "Cuzco, Ciudad Noble y Grande", nombró regidor a su hermano Juan y luego se casó, por el rito católico a tal rotura, con la hija del emperador Huayna Capac, bautizada como Inés Huaylas, con quien tuvo dos hijos, Francisca y Gonzalo. Los incas se resistieron durante los primeros años. En 1536, Manco Inca inició sus enfrentamientos, creando la dinastía de los Vilcabamba, que llegó a su fin en 1572, (..una resistencia de treinta y seis no?), con la decapitación de Túpac Amaru I. En 1589 en su lecho de muerte, Mancio Serra de Leguízamo, viejo capitán del conquistador Pizarro, dicta y jura ante notario su testamento: "hallamos estos reinos de tal manera que en todos ellos no había un ladrón, un hombre vicioso, ni holgazán, ni había mujer adúltera y ni mala (...) Que las tierras y los montes y minas y pastos y caza y maderas y todo género de aprovechamientos estaban gobernados (...) el intento que me mueve a hacer esta relación es por el descargo de mi conciencia y por hallarme culpable en ello; pues hemos corrompido a gente de tanto gobierno (...) cuando vieron que entre nosotros había ladrones y hombres que incitaban a pecar a sus mujeres e hijas, nos tuvieron en poco; y habiendo venido este reino a tal rotura, en ofensa de Dios (...) por el mal ejemplo que les hemos dado (...) suplico a mi Dios me perdone mi culpa".
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Cuando leí este articulo del Dominical, del Diario El Comercio, publicación que en muchas oportunidades ha criticado su mercantilismo, soberbia y olipolio periodistico, aunque confieso que por razones profesionales, les estoy suscrito y leo diariamente, y reconozco su aporte cultural (como este articulo por ejemplo), aunque estimo que tal vez no es su mejor forma de difusión para un mundo "juvenil" poco acostumbrado a la sana lectura y a los formatos Clásicos, en los que me muestro bastante cómodo; bueno pues, sentí un fuerte escalofrío por la forma en que se inició el Perú, y como se perdió lo que antes fuimos, y como poco de eso que fuimos, se observe o se encuentre arraigado entre los actuales gobernantes y habitantes de nuestro país.. Si pues señores, esas líneas que describen como Pizarro miró al Cuzco, y a toda su cultura, es creo yo, la misma forma como reconocidos políticos, magistrados, empresarios, etc, etc han mirado y miran a nuestro país, solo lográndose, que el Perú sea a mi criterio, el país mas saqueado de la historia, y miren Uds. amigos lectores lo que ha sido nuestro potencial económico, que aún después de casi 500 años de saqueo, aún el Perú es un país rico en recursos naturales (por supuesto que también en cultura e historia, y muchas cosas mas, pero por desgracia, parece que aún nosotros mismos no nos henos dado cuenta de ello, seguimos siendo saqueados, y no actuamos con la sabiduría de nuestros antepasados. No en vano, ahora se mira aún con desdén lo indígena (casos como el Baguazo por ejemplo), pero también, léase que "hemos corrompido a gente de tanto gobierno..", vale decir, que ahora tenemos mas de un dirigente político, sindical, o empresario, de origen indígena (dicho sin ningún afán segregacionista o discriminatorio), y que sencillamente mira nuestro país con los mismos ojos de Pizarro.
ResponderEliminarValga la antítesis que un viejo capitán de Pizarro es quien escribe estas reveladoras palabras.. venga entonces la síntesis que es posible el "despertar" y el "darse cuenta", la cuestión es.. será eso suficente ??